Este espacio natural tiene como protagonista absoluto el agua, elemento esencial que da origen a Ruidera. La hidrológica de Ruidera, es un complejo sistema hídrico condicionado por la geología de esta comarca del Campo de Montiel. El agua que durante nuestra visita podemos observar en las lagunas, procede de los manantiales y aportes superficiales de los arroyos y veneros que llegan al fondo de este valle del río Guadiana, como por ejemplo el arroyo de las Hazadillas, o el Alarconcillo. Las lagunas también reciben importantes aportes subterráneos, de un flujo de agua que circula a lo largo de este valle, atravesando los materiales calizos. El material calizo de las lagunas de Ruidera es por su naturaleza permeable, permitiendo la circulación del agua bajo las mismas, en algunas lagunas estas corrientes subterráneas son interrumpidas al aparecer otros materiales impermeables del triasico superior, que impiden estas corrientes y la inundación de la propia laguna. Esto sucede en algunas lagunas intermedias y bajas, (laguna lengua, laguna redondilla.
EL RIO GUADIANA
En medio de esta singular meseta del campo de Montiel, nace el río Guadiana, singular río del centro peninsular, cuyo peculiar nacimiento (según los estudiosos e hidrogeólogos), no es otro que las propias lagunas de Ruidera y sus manantiales, considerándose este paraje según las conjeturas geográficas, como cabecera o Alto Guadiana, situado a 900 metros de altura.
El Guadiana una vez ha atravesado el valle y las ultimas lagunas aguas abajo del pueblo de Ruidera, en las inmediaciones del embalse de Peñarroya construido en el año 1959, se filtra y desaparece para resurgir, según estudio hidrogeológicos, a 80 kilómetros mas al oeste de la provincia de Ciudad Real, en forma de manantiales y ojos, en el paraje denominado Ojos del Guadiana en las cercanías del termino de Daimiel, dando origen a las famosas Tablas de Daimiel, Parque Nacional de gran interés natural. Posteriormente este río sigue su curso hacia tierras extremeñas desembocando en Ayamonte (Huelva), marcando la frontera entre España y Portugal.
EL ACUIFERO 24
Durante los años setenta y ochenta, en el campo de Montiel, se produce una promoción de la agricultura de regadío, para mejorar la economía de estos territorios, transformándose grandes fincas de secano en regadío. Esta transformación afectó negativamente a los aportes de agua de las Lagunas de Ruidera especialmente en las lagunas altas. Debido a esto se observo un progresivo descenso de los niveles hídricos de este acuífero denominado 24. En el año 1.989, se declara legalmente sobre-explotado; siguiendo la situación similar del Acuífero 23. En 1.993 se aprueba el programa de compensación de rentas agrarias, para que reduzcan el riego, y conseguir la recuperación de los niveles del acuífero y de las Lagunas de Ruidera. Es a finales del otoño de 1.995 cuando comienzan a producirse abundantes precipitaciones en toda la región. Produciéndose una conexión superficial de todas las lagunas, y una recuperación importante del acuífero. El acuífero 24 además del problema del uso del recurso del agua, sufre la pérdida de calidad. Debido a los contaminantes procedentes de los abonos y plaguicidas agrícolas que son arrastrados por la lluvia al acuífero.
Dada la situación del acuífero 24, en el presente año 2007, se propone aplicar un plan bajo la denominación de Plan Especial del Alto Guadiana, es un conjunto de actuaciones y soluciones para el uso sostenible de la cuenca alta del Guadiana. Con dicho plan se pretende dar una solución definitiva a la sobreexplotación de los acuíferos Manchegos.
LAS LAGUNAS
Este complejo sistema, de lagunas y acuífero, se encuentra constituido básicamente por 15 lagunas, que vierten sucesivamente unas a otras, en sentido longitudinal, como una escalera que desciende el valle del Alto Guadiana. Los periodos de sequía y la sobreexplotación del acuífero 24 con descontrolados bombeos de agua subterránea, para el aprovechamiento de cultivos de regadío. Ha dado lugar desde los años ochenta, a un paulatino descenso de niveles freáticos en el acuífero y la consecuente interrupción de las corrientes superficiales y subterráneas de agua entre las lagunas. Viéndose afectadas por este descenso y desapareciendo las cascadas y los arroyos en los años secos.
El primer conjunto de lagunas, son las denominadas “lagunas altas”, que son la laguna Blanca, Concejo y Tomilla, situadas al inicio de este valle del alto Guadiana, por encontrase en la parte mas alta, reflejan el nivel freático del acuífero. Por ello la Laguna Blanca y los manantiales situados en sus proximidades, se secan cuando el nivel de agua en el acuífero desciende. En los últimos años debido al escaso nivel del Acuífero 24, prácticamente se encuentra sin agua especialmente la laguna Blanca. Aguas abajo de esta laguna nos encontramos con otras lagunas, la laguna del Concejo y Tomilla, estas lagunas bien conservadas, se encuentran habitualmente inundadas durante todo el año, si bien su nivel decrece, en años de importante sequía y en los meses de verano especialmente. Estos descensos provocan la reducción del aporte de agua a las siguientes lagunas aguas abajo, un conjunto formado por las lagunas intermedias, desde la Tinaja a la Batana, que se alimentan principalmente con los aportes superficiales del agua que rebosa de las lagunas precedentes “las lagunas altas”. Durante los meses de estío, y desde hace algunos años en periodos secos, se interrumpan los aportes durante tanto tiempo que se produce un descenso general del agua y comienzan a vaciarse, hecho este que afecta de forma diferente a lagunas como la laguna redondilla y laguna lengua, que son las que mas sufren los efectos de sequía prolongados.
El tercer conjunto de lagunas lo forman las lagunas Colgada y la laguna del Rey. Su alimentación se realiza principalmente de manera superficial, tanto mediante los rebosaderos y cascadas de las lagunas de aguas arriba del río, como por el arroyo de las Hazadillas que aporta un importante caudal durante todo el año. La posición elevada de los materiales impermeables del Triásico superior dificulta la cesión de agua subterránea desde el conjunto anterior, pero permite que el agua permanezca embalsada, por lo que el nivel en estas lagunas las más cercanas a Ruidera, apenas experimenta variación durante el año y presenta una buena inundación incluso en periodos de sequía prolongados.
La impermeabilidad de los materiales de las lagunas Colgada y del Rey dificulta la inundación de las "lagunas bajas", lo que desconecta la corriente entre ambos grupos. Los aportes de agua de las lagunas morenilla, coladilla, y cenagosa, se produce casi exclusivamente, de manera superficial por los arroyos y rebosaderos de las superiores, como salto de agua del paraje llamado el hundimiento.
Cascadas
Cascadas
Cascadas
El hundimiento
Torrentera
La Lengua